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Conoce nuestra metodología y nuestras bases de conocimiento.
Conoce nuestra metodología y nuestras bases de conocimiento.
“La misión de la psicología es darnos una idea totalmente diferente acerca de las cosas acerca de las que más sabemos” (Paul Valéry)
Como especie, los seres humanos hemos tenido que afrontar incontables momentos, situaciones y retos que han comprometido nuestra supervivencia, modos de vida y creencias habituales.
Desde la vida en la selva, pasando por las más alejadas guerras, hasta llegar a las más actuales pandemias, el suelo por el que caminamos ha tomado diversas formas, sin embargo, nunca ha sido un camino llano, no hemos tenido las cosas fáciles.
Pero…
¿Y si os dijera, que precisamente sin esas dificultades, no hubiéramos llegado hasta aquí?
Suena contradictorio pensarlo, es cierto, ¿no hubiera sido más sencillo haberlo tenido todo fácil desde un principio? La realidad, por curioso que pueda parecer, es que no.
Ya que, si el camino recorrido se hubiera tornado algo sencillo de recorrer, probablemente habríamos olvidado, perdido o desechado las herramientas necesarias para mantenernos en él cuando las cosas se hubieran vuelto a torcer. Esa es la razón por la que tu dedo meñique del pie no sirve para nada, porque no lo necesitas, y por tanto, has dejado de utilizarlo. Lo que, en términos evolutivos como especie, nos hubiera supuesto la extinción.
Y es que no debemos olvidar, que existe tan solo una única razón por la que el ser humano se ha erguido por encima de las otras formas de vida de este planeta:
No es cuestión es fuerza.
No es cuestión velocidad.
Es la capacidad de cambiar. De adaptarse.
De ser mejores que ayer, pero peores que mañana
Sin importar quién seas, desde dónde o por qué me leas, hay algo que puedo afirmar de ti, sin temor a errar:
Posees un talento único, la inestimable virtud de cambiar, si tu entorno lo requiere.
Volviendo a términos psicológicos, esto se explica de una forma realmente sencilla. Como organismos vivos e inteligentes regidos principalmente por un Sistema Nervioso Central, existe una regla que nuestro cuerpo entiende como ninguna otra:
Un estímulo, despierta una respuesta.
En nomenclatura de psicología establearíamos algo similar a:
E———–R
Esto nos ayuda a entender mucho de la naturaleza humana, y es que del mismo modo que no retiramos apresurados la mano de la sartén, si esta no quema…
No existen respuestas, sin una pregunta previa
No existen aciertos, sin antes aprender de los errores
No existen grandes soluciones, sin problemas que las requieran
Con esto en mente, y habitando en un mundo que se encuentra en constante cambio…surge una cuestión que no puede esperar más tiempo a ser resuelta.
¿Cómo nos adaptamos las personas, a un mundo que cambia más rápido de lo que ni si quiera nos da tiempo a asimilar?
¿Cómo puedo saber que camino he de seguir, antes las miles de opciones que se abren ante mis ojos?
¿Tiene sentido acaso, seguir intentando adaptarse?
Ante esta duda, surge nuestra respuesta, es lo que llamamos hoy llamamos “el modelo MRN” : la mente de Caira.
Nuestra solución
Permitidme que os la presente. Está deseosa de conoceros.
“El gran descubrimiento de mi generación es que los seres humanos pueden alterar sus vidas al alterar sus actitudes mentales” (William James)
Una de las reflexiones más valiosas que podemos encontrar en la psicología cognitiva, (probablemente la corriente más influyente en los últimos 50 años con gran importancia aún en la actualidad, que ha contado con grandes mentes como: Barlett, Bruner, Gardner, Sternberg, Piaget…) y, es la duda acerca de si los ‘eventos’ que ocurren en el mundo tienen realmente relación con como reaccionamos ante ellos. Reconsiderando si como tal existe algo en la realidad que nos rodea que pueda ser considerado, por ejemplo:
‘objetivamente triste’.
Y es que, si profundizamos en el tema, nos daremos cuenta de la enorme subjetividad que rodea nuestras vidas, en todo lugar y en todo momento; la realidad no es algo idéntico para todo el mundo, es más, en ocasiones puede ser algo cualitativamente opuesto para dos personas.
Recuperando nuestro ejemplo de la tristeza, cabría preguntarse:
¿Existe algún ‘evento’ u ocurrencia que pudiera despertar ese sentimiento de ‘tristeza’ en todo el mundo, con la misma intensidad y magnitud?
La respuesta probablemente es que no. Es prácticamente imposible (al menos, robustamente improbable) que nada de lo que pudiera acontecer en el mundo causara la misma reacción, de tristeza en este caso, a todas las personas.
Esto mismo incluso puede darse en procesos más aparentemente ‘universales’ como la muerte. Ya que ni si quiera en todas las culturas la muerte es un motivo de tristeza, porque tan solo representa el comienzo de algo más tras el partir de la vida (ciertas culturas como la Haitina o Vudú).
Es por esto por lo que desde la psicología decimos que la forma en la que interaccionamos con el mundo está basada en “interpretaciones”. Y son estas “interpretaciones” las que van a definir realmente como interaccionas y te sientes con los eventos que acontezcan en tu vida:
Esta fijación por la importancia de las “interpretaciones” fue acuñada por una de las mentes más brillantes de la psicología moderna, y sin es uno de nuestros referentes principales en el desarrollo de nuestro modelo, hablamos por supuesto de Albert Ellis, en concreto sus escritos (Ellis, 1962), (Ellis, Dryden, 1977), (Ellis, 1995).
Teniendo esto en mente, resulta mucho más sencillo entender el proceso que dio lugar al nacimiento de nuestro modelo; y es que, si nada de lo que ocurra en el mundo “determina” como tal como nos sentimos hacia ello, y en última instancia, como actuamos…
¿Significa eso que somos nosotros mismos los que tenemos el poder de cambiar como vemos el mundo y como nos movemos en él?
Desde Caira, estamos encantados de decir que la respuesta a esa pregunta es simple y llanamente:
Si.
Es cierto que existen cuestiones que exceden a nuestro control y que por supuesto no podemos modificar ‘per se’ (resulta evidente que no dependen de nuestra voluntad cuestiones como la pandemia actual, por ejemplo), no obstante, ello no significa que no podamos tomar acciones para mejorar nuestra vida.
Es por eso, que a la hora de desarrollar un modelo de Inteligencia Artificial en Caira, basados en los avances de la psicología, necesitábamos detener el foco en todas aquellas cuestiones que, si podemos modificar, sobre las que, si podemos tomar acción, de forma que pudiéramos ofrecer una verdadera solución.
Así, nace la necesidad de creación de un algoritmo propio en Caira, que pueda enfocarse más en aquello que si tenemos cierto control. Es precisamente por esto que nace nuestro interés en un modelo psicológico basado en un enfoque dinámico de habilidades concretas, imprescindibles en la sociedad actual, y con un margen de desarrollo.
Existen multitud de posturas metodológicas que podríamos haber adoptado, abogando por enfoques más estáticos que sin duda hubieran sido más sencillos de desarrollar; sin embargo, ello no nos hubiera permitido ofrecer algo realmente adaptado a las necesidades actuales.
Ahora bien, crear un modelo de estas características no es tarea sencilla, se parece más bien….
A un viaje.
Teniendo claro que el destino de nuestro viaje está definido: es la creación de un modelo dinámico de evaluación psicológica que este adaptado a las necesidades de un mundo en constante cambio.
Hemos de tener en cuenta que el aprendizaje, la mejora y el desarrollo personal no son precisamente destinos próximos, sino que son más bien viajes “solo de ida”, creemos en el aprendizaje como un viaje que se realiza durante toda la vida. Es por ello por lo que debemos estar bien preparados, llevando con nosotros todo aquello que pueda ayudarnos y sernos útil durante nuestra aventura.
Así, nuestro “particular equipaje” para el transcurso de este viaje es lo que de ahora en adelante llamaremos “competencias”. Que son básicamente las “herramientas mentales” con las que contamos para resolver situaciones y enfrentarnos a los problemas.
Del mismo modo que un pintor no utiliza el mismo pincel para dibujar cada trazo, los humanos como entes pensantes no utilizamos las mismas herramientas mentales para enfrentarnos a diferentes problemas.
Por hilar lo más fino posible, abordaremos conceptualizaciones teóricas del término “competencia”, con el objetivo de esclarecer lo máximo posible el entendimiento de los conceptos.
Resultaría prácticamente imposible definir dónde nació este término, debido al enorme abanico de ámbitos donde es utilizada (psicología, pedagogía, estudios metalingüísticos…).
Si bien algunos autores y expertos del lenguaje (Tejada,1999; Méndez, 2009; Tobon, 2005) sitúan el origen del término “competencia” en la expresión latina competere, entendiéndose por ella la valía o que se posee para llevar a cabo una determinada acción (ser o no apto para el desarrollo de cierta meta), y existiendo cierto consenso en que este parece ser el origen etiológico de la palabra, no es este el único origen que se le atribuye al termino.
Así pues, de forma menos conocida, ciertos autores especulan también con la posibilidad de un origen del término diferente, con otros matices enormemente interesantes.
Estos provendrían de la antigua Grecia, de la raíz agón, que está asociada con significados como la lucha, ir al enfrentamiento de una rivalidad o enfrentarse, con el objetivo de salir victorioso. Ello esta relacionado con la importancia de las contiendas en esta sociedad, lo que en ese sentido nos habla de la “lucha” como un “proyecto de vida” basado en la búsqueda de la excelencia en la mayor cantidad de ámbitos posibles (Pérez, Gallego, Torres & Cuellar, 2004).
Si bien es cierto, que la primera definición de origen latino es la que realmente ha trascendido y derivado en vocablos que utilizamos en nuestro lenguaje diario; en Caira sentimos un fuerte apego por esta segunda, y menos conocida, raíz griega de la palabra. Consideramos que es valioso recuperar este “sentido de la lucha” que puede representar el aprendizaje; el mero hecho de conocer una realidad que antes ignorabas (aprender algo) es, sin que ello sea necesariamente el objetivo principal, una forma de mejorar y crecer como persona:
El conocimiento es el bien más preciado de nuestra generación
Dejando a un lado este pequeño matiz, es importante entender que además de la etiología propia de la palabra “competencia”, no existe como tal una sola forma de entender este concepto, lo que sin duda influenciará en gran modo como operamos con el y como se implementa finalmente el matriz de una organización.
Existen infinidad de definiciones del término “competencias” en las que podríamos detenernos por su interés y aportación conceptual al desarrollo del constructo, sin embargo, nos centraremos en esta ocasión en aquellas que más influencia han tenido sobre el desarrollo del modelo MRN en Caira.
No podemos empezar de otro modo, nombrando la concepción del considerado por muchos, pionero del término “competencia” en la literatura científica de psicología como es McClelland (1973), que la define como:
“The knowledge, skills, traits, attitudes, self-concepts, values, or motives directly related to job performance or important life outcomes and shown to differentiate between superior and average performers”
Además del evidente valor que representa el arrojar luz y una delimitación teórica clara sobre un concepto tan difuso, consideramos que su visión posee un valor añadido.
Y es que, aunque esta definición haya cambiado, existen cuestiones que incluso hoy en día mantenemos de su obra original, como es el hecho de que las relaciona de forma directa con un “desempeño superior”, con aspectos cognitivos e internos de la persona y como un proceso “dinámico” de interacción entre la propia competencia evaluada y el puesto o labor desempeñada. Es decir, la misma habilidad, no tendrá la misma valía para dos puestos diferentes:
La capacidad de gestionar equipos no sea probablemente una competencia transversal para un mecánico o un ingeniero, como si lo será para un CEO, un jefe de sala de un restaurante, un entrenador…
Dicha reflexión introduce algo de sumo valor en Caira.
No existen talentos inútiles, sino mal implementados.
Progresando con esto, nos encontramos con una de las más sonadas definiciones (no en vano) como es Spencer & Spencer (1993)
“An underlying characteristic of an individual that is casually related to criterion-referenced effecting and/or superior performance in a job situation. Competences can be distinguished into essential […]and differentiating competences,”
Recogemos esta definición por incluir algo que en Caira resulta de incalculable valor, como es la concepción de que las competencias son en realidad un “bien profundo”, es decir una característica que no se compone únicamente por aspectos que saltan a simple vista, es superficial o simple. Sino que se trata de un entramado conceptual influido por multitud de cuestiones, como el aprendizaje, historia vital y dejes de personalidad del individuo.
Ello ha sido fundamental para entender como consideramos este tipo de habilidades algo realmente valioso dentro de cada persona y que sin duda merece la pena ser trabajado y desarrollado.
Convenimos en usar esté grafico extraído de Alles, M. (2016), que explica de forma visual y sencilla como podemos conceptualizar este aspecto “profundo” de la definición.
Como vemos, estas competencias, entendidas de forma común como “habilidades y conocimientos”, están influidas y conformadas en gran parte por la idiosincrasia del individuo.
Esto es fundamental de conocer, debido a que, en muchas ocasiones, nos encontramos con personas que creen “no valer para nada”, cuando la realidad es que puede estar ocurriendo algo tan simple como un enfoque inadecuado de como implementar del mejor modo sus características.
Es por ello por lo que en Caira optamos por una valoración holística de las competencias, como valores neutros y abstractos, que a posteriori sean trabajadas y desarrolladas en función de las preferencias personales de las personas. De este modo es como surgen lo que en el modelo MRN definimos como:
“Las competencias estelares”
Que no son más que una cuidadosa y estricta selección de aquellas competencias que son y serán fundamentales para el desarrollo de cualquier individuo en un mundo que se mantiene en constante cambio. Dichas competencias son agrupadas en “clusters”, formando estas “competencias estelares”.
La conjunción de los 6 clusters de competencias estelares, conforman la constelación Caira, es decir: El modelo MRN.
Entraremos mas en profundidad sobre estas definiciones en su correspondiente apartado, pero resulta interesante introducirlo en este preciso momento con él objetivo de tener una buena perspectiva de donde surgen nuestros conceptos.
El siguiente paso para seguir conociendo como ha sido creado el modelo; es entender la elección de “clusters” realizada. Si bien, estrellas hay muchas, no todas brillan por igual.
Las competencias humanas son tantas y tan variadas que el simple intento de aunar todas en un modelo daría lugar a una malgama de habilidades inconexas entre si, que muy poca o nula utilidad tendrían a la hora de crear un modelo que pueda aportar algún tipo de valor a la comunidad.
Desde Caira se ha pretendido seleccionar aquellas habilidades que pudieran dar cuenta de una adaptación exitosa en un mundo en constante cambio, aquellas virtudes que brillan por encima del resto a la hora de “adaptarnos” a esta nueva jungla que es el entorno urbano, y estos feroces depredadores que suponen el estrés y la incertidumbre.
No dejan de aparecer estudios en la mas rigurosa actualidad acerca de cómo el estrés es probablemente la verdadera pandemia del siglo. En (O’Connor, D. B., Thayer, J. F., & Vedhara, K. 2021) podemos observar como existe robusta y creciente evidencia de que la respuesta de estrés alargada en el tiempo puede dar cuenta de numerosos detrimentos en la calidad de vida y salud general, hasta posibles perjuicios en el en la regulación del cortisol, tasa cardiaca, sistema inmune, así como sinergias con diferentes patologías como la ansiedad.
Por ello, desarrollar una correcta base de habilidades adaptógenas podría quizá ayudarnos a generar una base de aprendizaje en el largo plazo, que ayudaría con esta problemática. Ya que, como tal, la gestión del estrés es en si mismo una competencia definida y por tanto desarrollable.
El cuidado de la salud mental y el aprecio por la idiosincrasia del individuo es un valor central en Caira, puesto que creemos que es posible un mundo (como está quedando demostrado por el enorme auge del mundo digital) en el que toda competencia personal, bien implementada, puede suponer un caso de éxito.
Así, llegamos a la selección actual de las competencias que manejamos en el modelo MRN, puesto que, como estrictos seguidores del método científico, pueden ser modificados si los datos nos indican tal cosa. Manteniendo, eso si, la persecución constante de un modelo holístico y general que pueda albergar en su matriz todo tipo de cualidades e idiosincrasias personales.
Lo común es el diseño de modelos de “clusters” competenciales seleccionados con minucioso detalle y precisión para un puesto muy concreto, sin embargo, en Caira queremos apuntar más alto (a las estrellas como mínimo), y nos proponemos crear un espacio para todos, donde ningún talento quede nunca tras.
Dicho esto, y destacando nuestras evidentes influencias de (Spencer y Spencer, 1993) y Alles, M. (2009), presentamos así la actual selección de nuestros seis clusters y sus competencias contenidas.
Dichos “clusters”, como hemos mencionado antes, reciben el nombre de “competencias estelares”:
• La genética del emprendedor
• Valores humanos
• El ajedrez social
• Las virtudes del CEO
• La mentalidad del futuro
• Efectividad personal
Estos “clusters” o “grupos” de competencias, están formadas, como su propio nombre indica, por habilidades más específicas, concretas y más sencillamente medibles, puesto que la presente agrupación es el resultado de la propuesta de investigación y desarrollo original de Caira, por lo que son piezas únicas del engranaje matriz de nuestro modelo.
Llegando al final de nuestro viaje, hemos de recordar que, como en todo evento vital memorable, el avance se encuentra en el proceso, y si bien hemos recorrido un largo camino para llegar hasta este punto, en el equipo de Caira seguimos en constante desarrollo para llevar este modelo a su máximo potencial posible.
Durante las próximas semanas y meses, actualizaremos frecuentemente esta “librería”, en la que os mantendremos al tanto de los aspectos más técnicos de la mente de Caira, puesto que, en este preciso momento, mientras lees estás últimas líneas, cientos de respuestas de usuarios reales, como tú y yo como yo, están ayudando con sus respuestas a que el modelo MRN sea cada vez más preciso a través de un sistema de machine-learning (Inteligencia Artificial).
Del mismo modo que promovemos para los usuarios de nuestra plataforma, Caira tampoco deja de aprender, ella también entiende que el viaje del conocimiento es un destino para toda la vida.
Ahora sí, es momento de ponerse cómodo y mirar a las estrellas.
La constelación de Caira ha comenzado a brillar.
El cielo se ha puesto sobre nuestros hombros y comienza a divisarse el firmamento, al inclinar el cuello hacía arriba podemos ver la siguiente constelación.
Podemos ver claramente, seis distintas agrupaciones de estrellas, que brillan de forma particular, puesto que, si bien se encuentran lo suficientemente conectadas para entender que forman conjuntos, cada una tiene una identidad y luz propia.
Esta metáfora es ideal para explicar cómo se conectan entre si las habilidades en nuestro modelo, puesto que en el nivel más bajo de la jerarquía encontramos las “habilidades espaciales”:
“Son aquellos comportamientos concretos y específicos que, debido a su repercusión en nosotros mismos y nuestro entorno, son considerados como sobresalientes a la hora de promocionar nuestro desarrollo personal”
Dichos comportamientos, como es lógico, no se acontecen de forma aislada y tienden a aparecer junto a otros (ello no significa que no puedan entremezclarse, esta segmentación es teórica y de conveniencia; asimismo es importante conocer que en este tipo de distribuciones cobran especialmente las “intenciones subyacentes” , aquellos procesos por los cuales es habitual emprender un determinado comportamiento, sin que ello implique la necesareidad de él.); es así como se forman lo que llamamos “competencias estelares”, nuestras constelaciones en el firmamento:
“Dícese de aquellos grupos de habilidades espaciales que representan las virtudes más elevadas y valoradas en nuestra sociedad, que tienden a presentarse de forma conjunta y que comparten una tendencia comportamental”
Sin más dilaciones, descubridla vosotros mismos:
• La genética del emprendedor
Podemos afirmar sin miedo a equivocarnos, que todos los grandes proyectos que han cambiado el devenir de la humanidad tienen algo en común: la necesidad de un primer paso, una toma de acción.
Es precisamente esta “fijación por la acción” la que sirve como factor común para las estrellas que brillan en esta constelación.
Las capacidades de tomar acción, de atajar, de investigar nuevas soluciones al imparable flujo de obstáculos que puede suponer una vida, son precisamente las que pueden pronosticar la existencia de una persona que cuenta con las cualidades idóneas de un emprendedor de éxito.
En este sentido, encontramos:
Emprendimiento
Constante búsqueda de la mejora y el avance en relación con un estándar de excelencia
Meticulosidad
Instinto que guía hacia el orden con el objetivo de mantener un entorno lo menos incierto posible
Iniciativa
Búsqueda constante de la toma de acción. Sobrepasar lo “esperable” e iniciar nuevas conductas
Recursividad informativa
Ferviente curiosidad que impulsa el deseo de conocer más. Lo que desencadena el comienzo de un proceso de investigación exhaustiva
• Valores humanos
En un mundo que se digitaliza a pasos agigantados, todos nos preguntamos si existen coas que “no pueden ser reemplazadas”, en Caira creemos que sí. Por supuesto que podríamos iniciar un largo debate sobre multitud de aspectos que podríamos entender como “virtudes puramente humanas” …
Sin embargo, hay un matiz diferenciador que brilla por encima de ningún otro: el trato hacia los demás. Así, entendemos por valores humanos:
La conexión que un individuo realiza hacia las intereses, preocupaciones y necesidades de otro con el objetivo de satisfacerlas.
Brillan así:
Empatía
Voluntad que expresa el deseo de comprender a los demás y asimilar sus sentimientos, pensamientos y preocupaciones. A menudo aparece ligado a habilidades de comprensión verbal.
Servicialidad
Deseo de querer de ayudar y servir a otros, concentrar los esfuerzos en el cumplimiento de las necesidades de los demás
• El ajedrez social
Todas nuestras acciones causan un efecto, especialmente en aquellos que nos rodean. Ser conocedor de esta influencia y actuar en faz de su aumento es la motivación principal que subyace a esta agrupación. Podemos entenderla como….
Una motivación enérgica de ejecutar conductas que promueven una determinada consecuencia en los demás. Esta consecuencia a mendo es conocida a priori, por lo que podemos hablar de acciones conscientes y premeditadas.
Este último matiz es considerado de suma importancia, ya que aquellas acciones que tengan una fuerte repercusión en otros, pero que sean llevadas a cabo de forma no consciente y o accidental no se consideran necesariamente “jugadas de este ajedrez”; agrupamos pues:
Persuasión social
Con el objetivo de favorecer los objetivos del indivuo, la habilidad de emprender conductas con la intención por influenciar, convencer o persuadir
Pericia política
Referida al entendimiento y capacidad de conciencia de los órdenes organizaciones (o relaciones de poder) en un momento determinado.
Networking
Trabajo activo y consciente por generar o mantener en el tiempo relaciones que pueden ser, ahora o en un futuro, beneficiosas para cierto fin personal, habitualmente expresados en objetivos laborales o de reconocimiento
• Las virtudes del CEO
Todos nos preguntamos que tienen en común los grandes lideres que alguna vez nos han inspirado. Por que aun resuenan sus discursos en nuestros oídos, o porque seguimos buscando aliento en sus citas.
Dicha capacidad nos permite generar este arco de aptitudes. Aquellas cuestiones que hacen de un “jefe cualquiera” un “verdadero líder”; entendiéndose, así como:
Especialización que un individuo posee del manejo de distintas habilidades que catapultan su facultad de liderar a otros. Encontrándose estrechamente relacionados con las habilidades de impacto e influencia social
Desarrollo de los demás
Intención auténtica de enseñar o fomentar el progreso y avance de los demás de forma orgánica, deseo e interés por el proceso de aprendizaje que puede inspirar o detonar en los demás
Manejo del poder
El empleo deliberado que un individuo hace de sus influencias u otros tipos de poder para que otras personas cumplan con sus intereses. La expresión cualitativa de esta realidad es enormemente variable; desde estilos más asertivos hasta los más amenazantes (sin excederse o entremezclarse con la tiranía)
Cooperación
Deseo deliberado de trabajar mano a mano con otros individuos, formar equipos y en definitiva, compartir objetivos comunes con otros
Liderazgo de equipos
Muestra y realización explicita de una pulsión de guiar el trabajo o conductas de otros individuos. Ello llevado a cabo buscando la realización de un objetivo digno
• La mentalidad del futuro
Los grandes lideres no se miden necesariamente (o al menos no de forma única) en resultados. Es más, si evaluáramos las ideas que hoy en día han revolucionado nuestra forma de interaccionarnos con la realidad, por “sus resultados” cuando estas nacieron, probablemente las hubiéramos descartado.
La mentalidad, la visión, y la capacidad de análisis son nuestros mejores aliados para perseguir el progreso, ya que pueden marcar la diferencia entre un “obstáculo” y “un reto”, un “problema” y un “aprendizaje” o una “derrota” y una “oportunidad”. La realidad es y será lo que tu decidas ver en ella; así podemos concluir que:
Las habilidades intelectuales que posee un individuo que van directamente ligadas a la solución de problemas y persecución de resultados (referidas a intelecto práctico). Pudiendo entenderse como la expresión intelectual de la iniciativa
Pensamiento conceptual
Capacidad de integración de los diversos aspectos, conexiones y patrones de una situación que dan como resultado una comprensión integra del problema o situación enfrentado
Pensamiento analítico
El entendimiento de una situación valiéndose de una descomposición de esta en sus elementos más simples o fácilmente analizables; pudiendo llegar incluso a la consecución de sistemas “automáticos” de procesamiento de información
• Efectividad personal
En esta ocasión, nos encontramos frente a un grupo de estrellas tan diversas y únicas, que no comparten exactamente “una común razón de ser”, sino que más bien, todas ellas comparten una característica que las hace funcionar en conjunción: la eficacia. Como organismos que operamos en un sistema más grande y complejo que nosotros, es lógico que en ocasiones nos enfrentaremos a situaciones que pueden suponer “un peligro” para nuestros objetivos. Estas habilidades nos permiten sobrepasar estás problemáticas y así proceder con el fin último de toda especie: progresar. Entendemos entonces que nos encontramos frente a:
Las habilidades que sirven como apoyo para las demás competencias; son las herramientas adaptógenas que nos permiten poner en marcha nuestros otros mecanismos a pesar de que la situación se torne desfavorable
Autorregulación
La capacidad de un individuo de permanecer en un estado favorable, sin caer presa de sus emociones negativas o acciones impulsivas ante una situación o entorno estresante
Autoconfianza
Creencia intrínseca del individuo que expresa su confianza en la capacidad de resolución de una problemática o afrontamiento de una situación. Mantiene al individuo estable y favorece su desempeño
Flexibilidad cognitiva
Valoración de diferentes perspectivas, estrategias o acciones que pueden ser puestas en marcha ante un evento determinado. Permite al individuo recalibrar su conducta ante resultados no favorables o insatisfactorios
Podemos afirmar, sin miedo a equivocarnos, que todos los grandes proyectos que han cambiado el devenir de la humanidad tienen algo en común: la necesidad de un primer paso, una toma de acción. Es precisamente esta “fijación por la acción” la que sirve como factor común para las estrellas que brillan en esta constelación. Las capacidades de tomar acción, de atajar, de investigar nuevas soluciones al imparable flujo de obstáculos que puede suponer una vida, son precisamente las que pueden pronosticar la existencia de una persona que cuenta con las cualidades idóneas de un emprendedor de éxito. En este sentido, encontramos: Ø Emprendimiento Constante búsqueda de la mejora y el avance en relación con un estándar de excelencia Ø Meticulosidad Instinto que guía hacia el orden con el objetivo de mantener un entorno lo menos incierto posible Ø Iniciativa Búsqueda constante de la toma de acción. Sobrepasar lo “esperable” e iniciar nuevas conductas. Ø Recursividad informativa Ferviente curiosidad que impulsa el deseo de conocer más. Lo que desencadena el comienzo de un proceso de investigación exhaustiva.
En un mundo que se digitaliza a pasos agigantados, todos nos preguntamos si existen cosas que “no pueden ser reemplazadas”, en Caira creemos que sí. Por supuesto que podríamos iniciar un largo debate sobre multitud de aspectos que podríamos entender como “virtudes puramente humanas”, sin embargo, hay un matiz diferenciador que brilla por encima de ningún otro: el trato hacia los demás. Así, entendemos por valores humanos: La conexión que un individuo realiza hacia las intereses, preocupaciones y necesidades de otro con el objetivo de satisfacerlas. Brillan así: Ø Empatía Voluntad que expresa el deseo de comprender a los demás y asimilar sus sentimientos, pensamientos y preocupaciones. A menudo aparece ligado a habilidades de comprensión verbal. Ø Servicialidad Deseo de querer de ayudar y servir a otros, concentrar los esfuerzos en el cumplimiento de las necesidades de los demás.
Todas nuestras acciones causan un efecto en aquellos que nos rodean. Ser conocedor de esta influencia y actuar en faz de su aumento es la motivación principal que subyace a esta agrupación. Podemos entenderla como.. Una motivación enérgica de ejecutar conductas que promueven una determinada consecuencia en los demás. Esta consecuencia a menudo es conocida a priori, por lo que podemos hablar de acciones conscientes y premeditadas. Este último matiz es considerado de suma importancia, ya que aquellas acciones que tengan una fuerte repercusión en otros, pero que sean llevadas a cabo de forma no consciente y o accidental no se consideran necesariamente “jugadas de este ajedrez”, agrupamos pues: Ø Persuasión social Con el objetivo de favorecer los objetivos del individuo, la habilidad de emprender conductas con la intención por influenciar, convencer o persuadir Ø Pericia política Referida al entendimiento y capacidad de conciencia de los órdenes organizaciones (o relaciones de poder) en un momento determinado. Ø Networking Trabajo activo y consciente por generar o mantener en el tiempo relaciones que pueden ser, ahora o en un futuro, beneficiosas para cierto fin personal, habitualmente expresados en objetivos laborales o de reconocimiento
Todos nos preguntamos qué tienen en común los grandes líderes que alguna vez nos han inspirado. Por qué aún resuenan sus discursos en nuestros oídos, o por qué seguimos buscando aliento en sus citas. Dicha capacidad nos permite generar este arco de aptitudes. Aquellas cuestiones que hacen de un jefe cualquiera un verdadero líder; entendiéndose como: Especialización que un individuo posee del manejo de distintas habilidades que catapultan su facultad de liderar a otros. Encontrándose estrechamente relacionados con las habilidades de impacto e influencia social. Ø Desarrollo de los demás Intención auténtica de enseñar o fomentar el progreso y avance de los demás de forma orgánica, deseo e interés por el proceso de aprendizaje que puede inspirar o detonar en los demás. Ø Manejo del poder El empleo deliberado que un individuo hace de sus influencias u otros tipos de poder para que otras personas cumplan con sus intereses. La expresión cualitativa de esta realidad es enormemente variable; desde estilos más asertivos hasta los más amenazantes (sin excederse o entremezclarse con la tiranía). Ø Cooperación Deseo deliberado de trabajar mano a mano con otros individuos, formar equipos y en definitiva, compartir objetivos comunes con otros. Ø Liderazgo de equipos Muestra y realización explícita de una pulsión de guiar el trabajo o conductas de otros individuos. Ello llevado a cabo buscando la realización de un objetivo digno.
Los grandes líderes no se miden (o al menos no de forma única) en resultados. Es más, si evaluáramos las ideas que hoy en día han revolucionado nuestra forma de interaccionar con la realidad, por “sus resultados” probablemente las hubiéramos descartado. La mentalidad, la visión, y la capacidad de análisis son nuestros mejores aliados para perseguir el progreso, ya que pueden marcar la diferencia entre un obstáculo y un reto, un problema y un aprendizaje o una derrota y una oportunidad. La realidad es y será lo que tu decidas ver en ella; así podemos concluir que: Las habilidades intelectuales que posee un individuo van directamente ligadas a la solución de problemas y persecución de resultados (referidas a intelecto práctico). Pudiendo entenderse como la expresión intelectual de la iniciativa. Ø Pensamiento conceptual Capacidad de integración de los diversos aspectos, conexiones y patrones de una situación que dan como resultado una comprensión integra del problema o situación enfrentado. Ø Pensamiento analítico El entendimiento de una situación valiéndose de una descomposición de esta en sus elementos más simples o fácilmente analizables; pudiendo llegar incluso a la consecución de sistemas “automáticos” de procesamiento de información. Los grandes líderes no se miden (o al menos no de forma única) en resultados. Es más, si evaluáramos las ideas que hoy en día han revolucionado nuestra forma de interaccionar con la realidad, por “sus resultados” probablemente las hubiéramos descartado. La mentalidad, la visión, y la capacidad de análisis son nuestros mejores aliados para perseguir el progreso, ya que pueden marcar la diferencia entre un obstáculo y un reto, un problema y un aprendizaje o una derrota y una oportunidad. La realidad es y será lo que tu decidas ver en ella; así podemos concluir que: Las habilidades intelectuales que posee un individuo van directamente ligadas a la solución de problemas y persecución de resultados (referidas a intelecto práctico). Pudiendo entenderse como la expresión intelectual de la iniciativa. Ø Pensamiento conceptual Capacidad de integración de los diversos aspectos, conexiones y patrones de una situación que dan como resultado una comprensión integra del problema o situación enfrentado. Ø Pensamiento analítico El entendimiento de una situación valiéndose de una descomposición de esta en sus elementos más simples o fácilmente analizables; pudiendo llegar incluso a la consecución de sistemas “automáticos” de procesamiento de información.
En esta ocasión, nos encontramos frente a un grupo de estrellas tan diversas y únicas que no comparten exactamente “una común razón de ser”, sino que más bien, todas ellas comparten una característica que las hace funcionar en conjunción: la eficacia. Como organismos que operamos en un sistema más grande y complejo que nosotros, es lógico que en ocasiones nos enfrentaremos a situaciones que pueden suponer “un peligro” para nuestros objetivos. Estas habilidades nos permiten sobrepasar estas problemáticas y así proceder con el fin último de toda especie: progresar. Entendemos entonces que nos encontramos frente a: Las habilidades que sirven como apoyo para las demás competencias; son las herramientas adaptógenas que nos permiten poner en marcha nuestros otros mecanismos a pesar de que la situación se torne desfavorable. Ø Autorregulación La capacidad de un individuo de permanecer en un estado favorable, sin caer presa de sus emociones negativas o acciones impulsivas ante una situación o entorno estresante. Ø Autoconfianza Creencia intrínseca del individuo que expresa su confianza en la capacidad de resolución de una problemática o afrontamiento de una situación. Mantiene al individuo estable y favorece su desempeño. Ø Flexibilidad cognitiva Valoración de diferentes perspectivas, estrategias o acciones que pueden ser puestas en marcha ante un evento determinado. Permite al individuo recalibrar su conducta ante resultados no favorables o insatisfactorios.
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